El audio como recurso pedagógico

El primer instrumento que utilizamos en la comunicación oral es la voz. Nuestra propia voz que es la que materializa nuestras ideas, lo que pretendemos decir, o lo que es lo mismo, el mensaje. Por tanto cuando hablamos en público deberemos tener presente que el sonido de nuestra voz es el que va a transmitir nuestros pensamientos.

Pero para que la comunicación sea efectiva, para que el mensaje llegue al público y, sobre todo, para que éste sea comprendido es necesario que tengamos en cuenta también al receptor del mensaje, es decir, al público al que va destinada nuestra actuación.

Por esta razón debemos conocer no sólo cómo construir el mensaje, sino en qué consiste el mecanismo de escucha. Pierre Shaeffer (1988) considera que en la actividad de escuchar se ponen en marcha cuatro mecanismos o cuatro tipos de escucha perfectamente diferenciados.

Éstos son: oír, escuchar, reconocer y comprender.

Otro autor, Ángel Rodríguez (1998), define estos cuatro tipos de escucha del siguiente modo:

  • Oír: cuando recibimos sonido sin prestarle atención activa.
  • Escuchar: supone prestar atención al sonido con voluntad de identificarlo o  interpretarlo.
  • Reconocer: es identificar la forma del sonido y asociarla a una fuente sonora.
  • Comprender: es obtener la información final que buscábamos en el sonido con el acto de escucha. Es una interpretación para la que se necesita la escucha y el reconocimiento.

Los materiales o recursos educativos desarrollados en formato de audio constituyen un elemento muy valioso para apoyar los procesos de inclusión de los limitados visuales, así como para quienes tengan una forma o preferencia de aprendizaje auditivo, es decir, para aquellas personas que aprenden y recuerdan fácilmente lo que escuchan. A su vez, en estos momentos de no presencialidad, a veces es más fácil explicar algo a través de un audio que a través del texto escrito.

Desde el punto de vista técnico, el audio se graba, comprime y almacena con un códec (COdificador/DECodificador) que determina tanto el formato del archivo resultante como su tamaño (peso) en bytes. Para ver los diferentes formatos de audio y un listado de  programas para trabajarlos, las invito a visitar este sitio donde, además, podrán continuar profundizando sobre el tema y conocer muchos proyectos en los cuales inspirarse. 

También les comparto este material que tiene muy buenos tips para grabar audios e incluye a modo de ejemplo, una sala de escape creada en Genial.ly y con uso de podcast.

Tenemos dos posibilidades para utilizar audios en la escuela:

  1. Que sea usado por los docentes como recursos didácticos para hacer propuestas diferentes y que no siempre sean en formato texto o imagen
  2. Que la producción de los audios la realicen los estudiantes.

En cualquiera de los dos casos, no alcanza con utilizar una grabador de voz, la idea es que ese audio tenga efectos, voces, sonidos, música, etc. y para poder hacerlo, necesitamos un editor de audios.


@tipsticdocentes

Licencia de Creative Commons


alaulacontic.blogspot.com by Clary G. @tipsticdocentes is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Gamificación: Pictionary en línea